Villa Aa, un refugio invisible en Oslo, se ha edificado como la futura residencia para la próxima generación de la familia en la granja. Su diseño ha sido concebido para ajustarse a las regulaciones del área protegida, la topografía del terreno y su función dual como oficina y hogar. El resultado es una villa que, desde el exterior, parece casi invisible, integrándose perfectamente en el paisaje. Además, ofrece vistas panorámicas hacia el fiordo de Oslo y cuenta con áreas claramente definidas para la vida empresarial y familiar.
El diseño de la villa establece un flujo armonioso y una conexión entre las áreas formales e informales, logrando una combinación equilibrada entre practicidad y bienestar. La entrada principal se encuentra en el lado noroeste del edificio, al final de un camino excavado desde el estacionamiento en el terreno. Una segunda entrada consiste en una pequeña escalera con un patio verde y luminoso conectado a una habitación versátil que puede utilizarse como oficina, habitación de invitados o sala de fitness.
La fachada sur, casi completamente acristalada, ofrece impresionantes vistas al fiordo y presenta grandes secciones correderas hacia la terraza, estableciendo una conexión fluida entre la villa, el jardín y el entorno exterior. La villa alberga una sala de estar formal, cocina y tres dormitorios principales que se abren hacia generosos espacios al aire libre. En la dirección oeste, una sala de estar familiar se alinea con el baño y los aseos, culminando en una zona de recepción y una oficina más pequeña que también sirve como habitación de invitados, orientada hacia el este. Todas las estancias en este eje cuentan con lucernarios para aprovechar la luz natural.
En la parte superior de la villa, se ha instalado un techo verde que funciona como una terraza elevada. Asimismo, se encuentra una terraza inferior y un jardín que incorpora dos fuentes de agua. Hacia el este, se extiende una piscina, mientras que, al lado, una piscina más pequeña orientada al oeste recoge el agua de lluvia proveniente de los techos y las superficies duras, y está adornada con plantas acuáticas. Las piscinas no solo reflejan el cielo y la luz de manera similar al fiordo, sino que también establecen una conexión visual con el agua abierta.
La elección primordial del hormigón como material principal se basa en la existencia de un granero construido con este material en la finca. El hormigón se emplea para la construcción de paredes, suelos, terrazas, escaleras, escalones y piscinas, mientras que las columnas y vigas se fabrican con acero. En el interior, se utiliza madera con diversos tratamientos superficiales, como barnizado y ahumado. Los paneles exteriores están confeccionados con madera de cedro. Los suelos internos son de hormigón pulido y se extienden hasta las terrazas exteriores, creando una conexión visual entre la villa, el jardín y la zona de la piscina, al mismo tiempo que difumina los límites entre el interior y el exterior.
Fuente: arqa.com
