La residencia se impone con una presencia audaz y vanguardista, donde su diseño excéntrico captura la mirada al instante. Sin embargo, la cálida textura de su piel de madera, que se despliega en armonía junto a la serenidad del agua, añade un toque de elegancia y sofisticación.
Más allá de su impacto visual, la casa despliega un programa espacial generoso, creando refugios íntimos que garantizan privacidad sin renunciar a la conexión con el entorno. Cada rincón está pensado para dialogar con el paisaje, fusionando arquitectura y naturaleza en un equilibrio perfecto.
Una obra donde la fuerza de las formas convive con la delicadeza de los materiales, ofreciendo un hogar que es, al mismo tiempo, un refugio sereno y una declaración de diseño.

Una arquitectura de contrastes donde lo monolítico y lo orgánico conviven en armonía.
La casa se compone de cuatro elementos clave: un muro perimetral que se funde con la pendiente natural, protegiendo sin aislar; una forma helicoidal de madera que recrea los meandros del lago cercano; muros rectos internos que organizan el espacio en tres zonas claras; y módulos de servicios que articulan las áreas funcionales.
Aunque de escala ambiciosa, la estructura se integra sutilmente en el paisaje: el muro actúa como borde protector, mientras la envolvente curva, cálida y dinámica, dialoga con los árboles y el agua. Dentro, la planta fluye entre divisiones geométricas y volúmenes irregulares, creando un equilibrio perfecto entre refugio y conexión con el entorno.

Un refugio íntimo en diálogo con la naturaleza
La casa se concibe como un santuario de calma, donde cada espacio invita a la pausa y al disfrute sereno. Grandes ventanas perforan la envolvente de madera, enmarcando cuidadosamente el paisaje y transformándolo en cuadros vivos que cambian con las estaciones. Hacia el exterior, la piscina se despliega como un espejo líquido, borrando los límites entre el horizonte y el agua para crear la ilusión de infinito.
En el interior, la disposición estratégica de un jardín privado actúa como corazón verde, orientando dormitorios y áreas comunes hacia este oasis de vegetación. Este vínculo con la naturaleza se profundizó gracias a la colaboración con Eckersley Garden Architecture, que tejió un paisaje a medida para la casa, fusionando arquitectura y entorno con naturalidad.

Un juego de contrastes que marca la experiencia de habitar
La llegada a la casa se plantea como un viaje sensorial, donde la contradicción guía el ritmo. Los habitantes ascienden por una imponente escalera de hormigón, maciza y terrenal, solo para encontrarse con la calidez orgánica de la fachada revestida de madera. Este diálogo entre lo pesado y lo ligero prepara el escenario para la sorpresa que sigue.
Este momento de recogimiento y penumbra actúa como umbral, intensificando la transición hacia los espacios principales. Al avanzar, la casa se abre de nuevo a la luz, revelando su verdadero carácter: generoso, luminoso y conectado con el paisaje. Una secuencia calculada que transforma el simple acto de entrar en casa en una experiencia cargada de emociones y descubrimientos.

Curvas que protegen y materiales que perduran: La inteligencia ambiental de la fachada
La fachada curva, con su diseño orgánico y su extenso acristalamiento, se adapta inteligentemente a la orientación solar. Sus sinuosas formas generan un pronunciado alero que protege las ventanas norte y oeste del exceso de radiación en verano, mientras que los altos ventanales de 3,7 metros aprovechan al máximo la luz invernal para una eficiente ganancia térmica pasiva.
El patio interior actúa como núcleo bioclimático, iluminando con luz natural las áreas más profundas de la planta y favoreciendo una ventilación cruzada que refresca todos los espacios.
La materialidad exterior combina austeridad y calidez: hormigón, madera y zinc natural conforman una paleta minimalista que enfatiza las líneas arquitectónicas. Estos materiales, seleccionados por su durabilidad y bajo mantenimiento, están diseñados para envejecer con dignidad, integrando progresivamente la vivienda en su entorno.
Fuente: arqa.com