Moradores: Renovación en el corazón de Toluca

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El equipo de WORC, con sedes en Ciudad de México y Madrid, ha concluido la renovación de una antigua residencia con casi un siglo de historia. Ahora, esta casa alberga Moradores, un espacio público que incluye un restaurante, una sala de exposiciones y un punto de encuentro comunitario. Este proyecto está ubicado en la ciudad de Toluca, en el Estado de México. La zona se destaca por la influencia francesa en sus construcciones y limita con lugares emblemáticos como el Jardín Zaragoza y la histórica fábrica de cerveza de la capital mexiquense, que se remonta a finales del siglo XIX.

El proyecto Moradores capitaliza el potencial de conservar el patrimonio preexistente, adaptándolo a las necesidades contemporáneas e incorporando elementos modernos para restaurar la antigua grandiosidad de la casa. Otra de las metas fundamentales era establecer en el corazón de Toluca un espacio de interés y esparcimiento, ya que la mayoría de estos espacios se encuentran actualmente en las afueras de la ciudad, con el propósito de reintegrar a la comunidad a esta zona. Moradores se ha convertido en un punto de referencia para los residentes locales, siendo uno de los primeros casos en los que se buscó darle un nuevo propósito a la arquitectura existente mediante una reinterpretación.

La disposición urbana de la región se caracteriza por terrenos estrechos y extensos, que restringen las fachadas laterales y eliminan la presencia del patio central. En su momento, este patio fue sustituido por el corredor central al estilo parisino. Desafortunadamente, hoy en día es poco común encontrar estas residencias de la época, ya que en la década de los setenta, el gobierno optó por demoler la mayoría de ellas con el objetivo de modernizar la ciudad, argumentando que no cumplían con los estándares óptimos de habitabilidad.

En el proceso de restauración de la vivienda, se preservaron los métodos constructivos originales. Al descubrir los muros de adobe en su estado poroso y deshidratado, se optó por aplicar un ligero revestimiento, dejándolos expuestos hasta la altura del rodapié y destacando el cambio de materiales con un cajillo de luz. La herrería y la cancelería originales fueron recuperadas, incluyendo un doble cancel que, desde el punto de vista acústico, evita que la casa sea afectada por ruido exterior.

El trabajo de carpintería logró la completa recuperación de la madera original, que había experimentado alteraciones no profesionales pero ejecutadas con cierta sensibilidad, facilitando así su restauración. Se optó por emplear tabique en el pavimento, aprovechando que el Valle de Toluca es una región con una rica tradición artesanal en cerámica, convirtiéndose en el material que integró de manera armoniosa la paleta de materiales que incluye adobe, revestimientos de piedra, muros de tono verde oscuro y madera antigua. Además, la iluminación se realza mediante detalles de luminarias en forma de vela y candelabros, creando un juego visual con el reflejo de las sombras.

Con la intención de formar un patio acogedor, el equipo de diseño optó por un tono oscuro que absorbe el calor, manteniendo así una temperatura agradable. Además, se introdujo una variada y extensa gama de plantas que aportan belleza y vitalidad al espacio. En la parte posterior del patio se instaló una fuente construida con ladrillos sobrantes de la obra, generando un despiece decorativo. El resultado es una fusión armoniosa entre los elementos naturales y arquitectónicos. A medida que los visitantes exploran y disfrutan de la casa, tendrán la oportunidad de admirar la exposición artística compuesta por obras del fotógrafo Zaickz y la artista Mariana Corvacho.

Fuente: designboom.es

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