La Marina del Prat Vermell, una vez hogar de colonias textiles en Barcelona, se encuentra al sur de Montjuic, bordeando el mar Mediterráneo. Este enclave histórico debe su nombre a los prados donde se teñían y secaban los tejidos, dando vida al barrio del «Prado Rojo». El diseño del complejo, en forma de triángulo entre las calles Ulldecona, Cal Cisó y Pontils, presenta un desafío único. Mantener la integridad del triángulo fue crucial, sin sacrificar la claridad y la coherencia tipológica en la distribución interior de las viviendas. Los tres vértices del terreno se conservan como esquinas cerradas, sin simplificaciones ni recortes.

Para adaptar múltiples unidades de viviendas sociales, todas con dos habitaciones y óptimas condiciones de ventilación y exposición solar, se dividió el triángulo con dos patios y pasajes orientados de norte a sur, creando cinco volúmenes. Los extremos este y oeste albergan viviendas únicas. En lugar de un patio interior triangular, se optó por bloques de cuatro viviendas en esquina para garantizar la exposición solar requerida. La percepción del complejo varía según el punto de vista: desde las esquinas este y oeste, se ve como un bloque único con grietas, mientras que desde el sur se observan cinco volúmenes que permiten el paso del sol a través de los pasajes. La materialización del bloque varía según la posición del observador, brindando una experiencia dinámica.

El edificio es compacto y poroso a la vez. Su geometría triangular le confiere compactibilidad, pero la racionalización de los volúmenes y la división en bloques equivalentes permiten porosidad. Cada unidad cuenta con doble orientación, ventilación y exposición solar del 100%. Los materiales se seleccionaron para minimizar la huella de carbono, utilizando componentes ligeros y evitando la excavación en suelos contaminados. Las fachadas alternan tiras verticales de vidrio y GRC estriado de color rojo, evocando los pliegues de los tejidos. La estructura de hormigón utiliza el sistema Bubble-Deck para reducir el peso y permitir voladizos necesarios. El diseño optimizado ofrece un bajo consumo de energía, cumpliendo con los estándares Passivhaus. La red de biomasa de Ecoenergies y la planta solar fotovoltaica compartida contribuyen a la sostenibilidad, mientras que la vegetación en los techos y los parterres promueven la biodiversidad y mitigan el efecto isla de calor. Además, se fomenta la movilidad alternativa con estacionamientos para bicicletas en los pasajes de acceso.