Arte y Arquitectura: Conservatorio brutalista

La academia de música, arte dramático y danza en la ciudad de Montigny-le-Bretonneux, Francia, se encuentra ubicada en un terreno de forma triangular. Desde sus instalaciones, se pueden apreciar vistas panorámicas del reconocido conjunto de apartamentos Les Arcades du Lac, diseñado por Ricardo Bofill en 1985.

La estructura compacta del edificio parece girar hacia el sur, buscando una vista más privilegiada en ángulo recto con la calle. La disposición da la impresión de desmontarse, revelando la verdadera amplitud de su estudio de danza, ubicado en paralelo a la carretera. Diversas formas colisionan, reflejando la geometría del entorno y proporcionando perspectivas tanto de la ciudad como del interior. En el exterior, el edificio exhibe cristales transparentes y superficies rayadas verticalmente que capturan la luz. Las texturas variadas se entremezclan, difuminando la escala real y otorgando a la estructura una esencia enigmática y rica en interpretaciones. Su silueta enigmática sugiere la presencia de un edificio cultural.

La estructura compacta del edificio parece girar hacia el sur, buscando una vista más privilegiada en ángulo recto con la calle. La disposición da la impresión de desmontarse, revelando la verdadera amplitud de su estudio de danza, ubicado en paralelo a la carretera. Diversas formas colisionan, reflejando la geometría del entorno y proporcionando perspectivas tanto de la ciudad como del interior. En el exterior, el edificio exhibe cristales transparentes y superficies rayadas verticalmente que capturan la luz. Las texturas variadas se entremezclan, difuminando la escala real y otorgando a la estructura una esencia enigmática y rica en interpretaciones. Su silueta enigmática sugiere la presencia de un edificio cultural.

El edificio cuenta con cuatro niveles que albergan diversas instalaciones, como salas de teatro, un amplio auditorio en caja negra, salas de música de diferentes dimensiones, un estudio de grabación, tres salas de danza con vestuarios y un estacionamiento subterráneo. Estos espacios se distribuyen a lo largo de un eje irregular que generosamente proporciona áreas de convivencia con vistas tanto a la ciudad como a las secciones principales del edificio. Al ingresar al vestíbulo, se encuentran dos espacios de gran altura en el sótano: el impresionante auditorio cavernoso y la sala de percusión, con una altura considerable que se extiende a lo largo de dos pisos, ofreciendo vistas de los instrumentos ubicados debajo.

Los pasillos exhiben marcados contrastes al combinar paredes de concreto visto con suelos y techos relucientes. En todos los niveles, se integran notables añadidos de madera maciza, creando un ambiente cálido en las áreas de convivencia. La vista longitudinal de la sección transversal revela claramente el sólido vínculo entre estos espacios. Tres grandes aberturas en el techo se distorsionan estratégicamente para permitir la entrada óptima de luz natural desde diversas direcciones. En el atrio, se erige una monumental escalera diagonal que conduce a las salas de luz y danza. Películas dicroicas cubren los amplios cristales, cambiando de color según su posición y la incidencia solar. Este gigante caleidoscopio conecta los espacios, difundiendo colores siempre cambiantes.

Fuente: arquine.com

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