|
|
|
Aitana, inspiración para su hogar.
|
|
|
La línea de mobiliario llamada Rocky, fue creada por el diseñador Joel Escalona, para la firma de muebles NONO. Rocky participó en la Bienal Nacional de Diseño 2011; celebrada en el Palacio de Bellas Artes. Concursó bajo la categoría Diseño de Mobiliario, estuvo entre los tres primeros lugares del certamen.
Rocky también obtuvo el premio “Iconos del Diseño 2010” a la mejor colección de muebles, organizado por la Revista Architectural Digest Condé Nast.
La colección de muebles está formada por: mesa de centro, credenza, cantina, guardarropa y mueble para televisión. Destaca el diseño vanguardista y selecto en las piezas, también sus espacios amplios. Los colores rojo, blanco y negro, son ideales para combinarse en cualquier sitio en el que se coloquen.
Rocky Credenza, Su peculiar patrón es una declaración, una forma de expresión y una rebelión doméstica, en algún lugar entre el vandalismo formal y las nuevas formas de proteger sus bienes.
Rocky está fabricada casi en su totalidad de madera (Banak), adecuada para este tipo de diseño, al ser material duro, se pueden realizan a la perfección los paneles rocosos. Cada pieza se hace una por una y se va uniendo hasta formar una. El aspecto de la colección fue realizado con la intención de simular la forma de una roca, además de su característica de resistencia que, en este caso, serviría para resguardar nuestras pertenencias.
|
|
|
|
|
|
Gabriel Teixidó, influyendo en la vida cotidiana del usuario. |
|
|
Su punto de partida es preguntarse a sí mismo ¿me gustaría tenerlo?, pues la sensación de un objeto debe ser única, que genere influencia en la vida de alguien más. Para este diseñador no es suficiente cuando el objeto ha sido terminado, porque todo tiene un punto de mejora y es entonces que el valor de un diseño se revela en su permanencia.
|
|
|
|
|
|
|
|
El Renacimiento italiano en diez obras maestras de la arquitectura. |
|
|
|
Hay algo cierto en la famosa frase de Harry Lime, el cínico antagonista de El Tercer Hombre: el Renacimiento italiano fue de verdad una época de "guerras, terror, sangre y muerte". Aquel fue un tiempo competitivo y voraz, en el que decenas de ciudades y principados, repúblicas y ducados hicieron -sin mucho éxito- todo lo posible por devorarse unos a otros.
Italia fue durante mucho más tiempo que sus vecinos una amalgama de Estados medianos y pequeños, con una feliz consecuencia: hoy está llena de ciudades, e incluso de pueblos, que en su día fueron capitales, y que, como tales, quisieron engalanarse, superar a sus vecinas, albergar en sus cortes...
|
 |
|
|
|
|
|