La renovación del Hotel Avándaro, liderada por las firmas Chain + Siman y modomanera, surge para fusionar un lenguaje contemporáneo con el rico pasado del inmueble. El proyecto no solo actualiza las habitaciones y restaurantes, sino que integra el Centro Avándaro un espacio para convenciones dentro de un Plan Maestro que busca una transición natural y fluida con el icónico entorno de Valle de Bravo.
Un Refugio Estratégico para el Bienestar y el Trabajo
Con 81 suites que miran hacia el bosque y el campo de golf, el hotel aprovecha su privilegiada ubicación a 90 minutos de la capital del país. Su diseño potencia un ambiente de introspección y creatividad, convirtiéndolo en el destino ideal para grupos corporativos que buscan combinar la productividad con la paz que ofrecen las montañas y el lago.
Zonificación Inteligente y Eficiencia Operativa
Uno de los pilares de la remodelación fue resolver la complejidad de los flujos de usuarios. Anteriormente, la convivencia entre socios del club y huéspedes solía generar fricciones; la nueva propuesta arquitectónica delimita y organiza con claridad cada área, garantizando que cada grupo disfrute de su estancia de manera independiente y sin interferencias.
Evolución Estética: Reinterpretando el Legado
El hotel es un testimonio de la arquitectura mexicana, desde su origen con Francisco Artigas en 1958 hasta la intervención de Noldi Schreck en los 90. La actual renovación moderniza elementos identitarios, como los techos inclinados y las vigas de madera, refinando sus ángulos y texturas para lograr una imagen actual que respeta su esencia histórica.
Programación Integral y Mímesis Material
El complejo alberga una oferta diversa que incluye el Restaurante Josē, boutiques y zonas de recepción que enmarcan el horizonte. La arquitectura se mimetiza con el contexto mediante el uso de materiales de la región y una gama cromática inspirada en la tierra y el bosque, asegurando que la transición entre lo construido y lo natural sea casi imperceptible.
Compromiso Ambiental: Restauración y Eficiencia
Bajo una filosofía de respeto al entorno, se priorizó la rehabilitación de estructuras existentes sobre la demolición, reduciendo drásticamente la huella de carbono. La intervención incorporó tecnologías de vanguardia: desde la reutilización de muros divisorios como base estructural hasta sistemas inteligentes de climatización, paneles solares y captación pluvial.
Impacto Social y Fortalecimiento de la Economía Local
Más allá de la obra física, la renovación actuó como un motor económico para la comunidad. Al emplear mano de obra regional y adquirir insumos de proveedores locales, el proyecto fortaleció la industria de la zona y minimizó el impacto logístico, beneficiando directamente a las familias y profesionales de Valle de Bravo.
Un Nuevo Paradigma de Hospitalidad Equilibrada
Hoy, el Hotel Avándaro se erige como un referente de equilibrio entre la conservación, la funcionalidad moderna y la responsabilidad social. Es una obra donde las visiones de distintas generaciones de arquitectos convergen para ofrecer un espacio donde la infraestructura de alto nivel y la conexión profunda con la naturaleza coexisten en armonía.
Conclusión:
La renovación del Hotel Avándaro demuestra que la arquitectura de lujo puede ser, al mismo tiempo, un ejercicio de respeto histórico y responsabilidad ambiental. Al reorganizar sus espacios y honrar su materialidad original, el proyecto no solo mejora la experiencia del visitante, sino que consolida un modelo de desarrollo sostenible que enriquece tanto el paisaje natural como el tejido social de su región.
Fuente: www.archdaily.mx



