Casa MoMa: un nuevo paradigma residencial

Casa MoMa representa una propuesta arquitectónica singular

La Casa MoMa representa una propuesta arquitectónica singular en el entorno urbano-rural de San Pedro Cholula, Puebla. Concebida por Estudio Tecalli, esta vivienda de 189 m² redefine las expectativas de la vivienda unifamiliar tradicional en México, tanto por su planteamiento funcional como por su sensibilidad al contexto climático, social y urbano.

Entre urbanización creciente y raíces tradicionales

Ubicada en una zona de crecimiento metropolitano, Casa MoMa convive con un paisaje que aún conserva parcelas de uso agrícola, ladrilleras, talleres y microempresas tradicionales. El proyecto surge como respuesta al cambio de paradigmas impuestos por la pandemia: sus propietarios, una pareja joven, adoptaron el trabajo remoto y con ello una nueva forma de habitar.

El entorno inmediato —un antiguo espacio de recreo transformado en fraccionamiento— conserva viejas hileras de pinos de considerable altura, lo que genera un microclima más húmedo y templado que el promedio regional. Esta cualidad natural influye directamente en el diseño, condicionando la orientación, ventilación e iluminación de la vivienda.

Terreno y orientación: un frente amplio con posibilidades

El lote de 13 m de frente por 8 m de profundidad propone un reto: su profundidad limitada podría restringir distribución y ventilación si se aborda con tipologías convencionales. Sin embargo, Estudio Tecalli transformó esa condición en oportunidad al aprovechar un frente amplio orientado al oriente, optimizando la entrada de luz natural durante la mañana y favoreciendo una fachada generosa.

Este planteamiento desemboca en una vivienda con una volumetría que dialoga con su contexto, sin perder funcionalidad ni confort, y adaptada a las necesidades contemporáneas de sus ocupantes.

Materialidad: tradición regional y contemporaneidad constructiva

Una de las decisiones más significativas del proyecto es su apuesta por materiales representativos de la región Puebla–Tlaxcala. Ladrillo de barro rojo, azulejos de talavera, combinados con concreto aparente, cristal y herrería forman una paleta que suma tradición, autenticidad y modernidad.

Para los acabados interiores se optó por losas artesanales de madera y pisos de concreto pulido, materiales que permiten un equilibrio entre estética, durabilidad y eficiencia de costos. Gracias al empleo de mano de obra local especializada, la calidad constructiva se mantiene alta sin sacrificar la identidad regional.

Distribución espacial: una reinterpretación de la vivienda tradicional

Casa MoMa rompe con convenciones domésticas tradicionales. En planta baja, prescinde de espacios como la sala convencional, un segundo auto o una segunda recámara, priorizando en su lugar zonas que reflejan las dinámicas reales de sus habitantes: un espacio de estacionamiento, una bodega amplia, cocina y comedor sociables, y un patio con celosía de barro ideal para plantas.

La elección responde a los hábitos del cliente: la cocina, más que la sala, se convierte en el corazón social del hogar. El comedor recibe luz natural en las mañanas y atardeceres, conectándose con el patio y fomentando una vida doméstica organizada alrededor del compartir.

Además, como parte del programa arquitectónico el espacio principal de la vivienda es un estudio a doble altura, cuyo gran ventanal permite la entrada abundante de luz y un apropiado control térmico. Esto permite un ambiente confortable, bien iluminado, y con una espacialidad generosa pese a las dimensiones relativamente contenidas.

Convivencia entre pasado y presente: modernidad con raíces

Casa MoMa logra un equilibrio destacado: conjuga lo mejor de la tradición regional, materiales como barro, ladrillo, Talavera con elementos contemporáneos como vidrio, concreto y herrería. Esta dualidad no solo responde a una lógica estética, sino también funcional: se vale de la experiencia constructiva local para ofrecer una vivienda accesible, eficiente y de calidad.

El resultado es una obra que no olvida sus raíces, pero que entiende las necesidades actuales: flexibilidad espacial, adaptabilidad, eficiencia y una visión de habitar moderna, coherente con los cambios sociales recientes.

Conclusión: un ejemplo relevante para la vivienda contemporánea mexicana

La Casa MoMa obra de Estudio Tecalli demuestra cómo un proyecto residencial en México puede romper con moldes tradicionales sin perder identidad cultural. Gracias a decisiones conscientes sobre orientación, materialidad, programa y contexto, se erige como una alternativa viable y auténtica a los modelos clásicos de vivienda unifamiliar.

Este proyecto invita a reflexionar sobre cómo construir viviendas que respondan a las nuevas formas de vivir: con espacios sociales adaptados, sensibilidad frente al entorno, economía de materiales y soluciones de diseño inteligentes. En ese sentido, Casa MoMa se convierte en un referente para la arquitectura contemporánea mexicana.

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