Casa Müller: memoria y renovación urbana

Casa Müller

Construida a principios del siglo XX por el matrimonio Müller Stellmann, esta casa encapsula más de cien años de memoria. Tras el fallecimiento de sus últimas herederas, sus habitaciones permanecieron intactas, detenidas en el tiempo, como aguardando el regreso de quienes jamás volverían. El abandono y el paso de los años opacaron su esplendor original: techos colapsados, ventanas vandalizadas y un muro derrumbado que facilitó el saqueo de sus pertenencias y agravó problemáticas sociales en el entorno.

Una reliquia silenciosa que clama ser preservada.

Casa Müller como punto de encuentro multifuncional

Ubicada en la esquina de la Calle 4a y José Esteban Coronado, a solo una cuadra de la Quinta Gameros y en eje visual con la Catedral Metropolitana, su valor trasciende lo arquitectónico para convertirse en un hito urbano. Consciente de esta relevancia, el propietario contactó a Void Studio con el encargo de rehabilitar el inmueble y generar un impacto positivo en el entorno. El estudio respondió con una propuesta que respeta y adapta la estructura original para alojar tres programas independientes: oficinas, una panadería y un salón dedicado a catas de Sotol.

Conservación de la memoria

Durante la intervención emergieron capas de historia constructiva: muros de adobe del periodo minero, un volumen ochavado de influencia afrancesada, y arcos con herrería característica de los años cuarenta. En la panadería, se recuperaron elementos originales como el papel tapiz, las ventanas y el singular piso damero diseñado por Enrique Müller. Además, se dejaron a la vista fragmentos de ladrillo y las huellas de cielos de tela, testigos silenciosos del pasado.

Aunque los techos originales no fueron recuperables, se optó por una solución contemporánea con plafonería ligera que respeta la disposición de la viguería histórica. Los muros de adobe fueron sellados o recubiertos con Tablaroca, buscando un equilibrio entre la preservación material y las exigencias funcionales actuales.

Oficina con muro iluminado y salón de catas de vidrio y herrería

En el espacio de oficinas, se incorporó una segunda piel de muro que se interrumpe antes de alcanzar el techo, resaltada por una línea de luz que enfatiza las texturas originales y crea un juego de volúmenes. En contraste, el salón de catas adopta un carácter contemporáneo: una techumbre ligera y tres caras de cristal y herrería se abren hacia los muros antiguos, estableciendo un diálogo intencional entre lo nuevo y lo preexistente.

Acabados naturales que integran historia y modernidad

Los acabados armonizan con lo existente: muros con estuco Kimiplaster de tonos neutros, pisos de mármol travertino en interiores, piedra natural y cantera reciclada en exteriores. En fachada y patio se optó por el blanco para reflejar luz y disminuir el calor.

Ambiente envolvente con iluminación indirecta y lámpara artesanal

La iluminación refuerza la narrativa: luces indirectas en interiores, arbotantes y acentos desde el suelo en exteriores. Una lámpara artesanal de Oaxaca destaca en el área de catas, evocando el paisaje desértico.

Casa Müller: restauración que impulsa la vida urbana

Casa Müller no solo fue restaurada, sino también resignificada. Sus nuevos usos inyectan vida al centro histórico y fomentan la apropiación ciudadana. La panadería y el salón de eventos tejen vínculos con la comunidad y sirven de inspiración para que otros propietarios redescubran el valor de sus inmuebles, impulsando así la regeneración del patrimonio urbano de Chihuahua.

Fuente: https://www.archdaily.mx/mx/1031537/casa-muller-void-studio

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Estudio Lofft