Este restaurante, especializado en pizzas al estilo Chicago, es la segunda sucursal de un proyecto familiar que prioriza la excelencia en cada paso: desde los ingredientes seleccionados con esmero hasta el servicio impecable. Pero su dedicación no termina en la cocina; también se refleja en su arquitectura, diseñada meticulosamente para enriquecer la experiencia gastronómica. Cada detalle, desde la distribución del espacio hasta la ambientación, está pensado para que el comensal disfrute de mucho más que una simple comida.
Vulcano’s Chapalita: Cocina y arquitectura en diálogo con Guadalajara
Este proyecto en el corazón de Guadalajara reinterpreta las terrazas coloniales como umbrales vivientes. Muros que se vuelven ventanas, espacios que respiran a través de ventilación cruzada y una coreografía de luz natural crean una experiencia arquitectónica donde desaparecen los límites entre lo doméstico y lo urbano.
La esencia tapatía se materializa en terrazas escalonadas que son:
- Extensión habitable
- Regulador climático natural
- Mirador conversando con el barrio
En esencia: Una casa-terraza que abraza el clima y el espíritu de Guadalajara.
Arquitectura de intensidades
El proyecto organiza sus espacios a través de terrazas escalonadas que se adaptan a distintas dinámicas sociales: desde grandes reuniones hasta encuentros íntimos. El corazón social lo marca una barra central, flanqueada por tres bóvedas que dialogan con su contrabarra, creando un punto de encuentro arquitectónico que estructura todo el espacio.
La barra, punto focal del espacio, se ubica en el centro y está enmarcada por tres bóvedas que hacen eco a la forma de la contrabarra.
Una arquitectura que transpira paisaje
Estucos terrosos, travertinos y maderas brutas tejen una atmósfera cálida donde la luz modula los volúmenes. La vegetación -orgánica y estratégica- disuelve los bordes arquitectónicos, creando un diálogo continuo entre interior y paisaje. Una arquitectura que se desmaterializa en experiencias táctiles y lumínicas.
Fuente: www.archdaily.mx
