Renovación del antiguo patio de Jiakaxia

Patio Jiakaxia («Pabellón de la urraca»)

Arqueología invertida: el futuro como reinterpretación cultural

Ubicado en el corazón de Lhasa, cerca del Templo Jokhang, el Patio Jiakaxia («Pabellón de la urraca») refleja la fusión cultural han-tibetana. Este conjunto de dos pisos combina arquitectura tradicional tibetana con intervenciones modernas, como una librería de los 90 con estructuras de acero y concreto. Su diseño mezcla mampostería de piedra local con elementos contemporáneos, simbolizando un diálogo entre pasado y presente.

Un comerciante nepalés impulsó la transformación del antiguo patio Jiakaxia, buscando preservar su esencia milenaria mientras lo adaptaba a la vida contemporánea. El proyecto equilibra restauración y evolución:

  • Frente tradicional: Recupera la artesanía tibetana original.
  •  Patio trasero: Crea un espacio híbrido «pan-tibetano-pan-chino», fusionando técnicas constructivas de ambas culturas.

La intervención rompe con las limitaciones de la arquitectura tradicional (muros gruesos, ventanas pequeñas), introduciendo amplitud y luz mediante grandes vanos, adaptándose así a las necesidades urbanas actuales sin perder su identidad cultural.

Un viaje sagrado entre pasado y presente

La renovación del patio Jiakaxia conserva su esencia espiritual mientras crea una experiencia arquitectónica dinámica:

  • Ruta sagrada: Los visitantes siguen el camino de oración tradicional, pasando por una galería central hacia un antiguo pozo sagrado vinculado al Sexto Dalai Lama. Un atrio contemporáneo enmarca el cielo sobre este sitio histórico.
  • Diálogo de escalas: La azotea se convierte en un miembro urbano, ofreciendo vistas al Potala, el Jokhang y la calle Barkhor, mientras que las escaleras interiores crean una circulación tridimensional que amplifica la percepción del espacio.
  • Contraste calculado: La arquitectura nueva evita el pozo sagrado con precisión milimétrica, equilibrando preservación e innovación.

Equilibrio estructural: Innovación con raíces

El proyecto sintetiza lo mejor de ambas tradiciones constructivas:

  1. Fusión técnica
    • Combina marcos de concreto modernos con la técnica tibetana Jiabalé (apilamiento sísmico de piedras en capas alternas)
    • Optimiza espesores: muros de 40 cm con refuerzos de acero cada 50 cm
    • Logra mayor esbeltez y luz natural sin perder resistencia sísmica
  2.  Superación de dicotomías
    •  Evita el pastiche decorativo de «tibetanismo superficial»
    • Rechaza el tradicionalismo inflexible de alto costo
    • Crea un lenguaje híbrido donde cada material trabaja según su lógica

Detalles que unen tradición y modernidad

  • Carpintería tradicional: Las puertas y ventanas de Shannan con aleros Basu y motivos Feizimu se integran en estructuras de concreto y piedra.
  • Revestimiento histórico: Las paredes exteriores con estuco de leche de oveja de Yangbajing (cal + leche + miel) para textura duradera.

El patio se revela como un espacio de contrastes: íntimo pero público, efímero pero eterno. Desde el bullicio urbano, los visitantes acceden a un «patio bolsillo» de múltiples niveles que expande la vida pública hacia el interior. Arcos inspirados en el pozo sagrado guían el movimiento, mientras escaleras y barandillas amplifican la percepción espacial. Hoy, el espacio acoge tanto a peregrinos como a curiosos, convirtiéndose en un cruce donde confluyen identidades y tiempos diversos.

Fuente: www.archdaily.mx

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Estudio Lofft