Ubicada en Aguascalientes, la Bodega Tierra Tinta de 1,540 metros cuadrados incluye tres edificios dispuestos en un triángulo suelto: la bodega con una sala de cata y bodega, baños separados y un tercer edificio que albergará un restaurante en el futuro. Cada uno de los tres edificios fue dispuesto en diagonal por COA Arquitectura para crear «recintos» entre sí y «aberturas» hacia el paisaje circundante, que incluye el viñedo, el vecino Cerro del Muerto y un pequeño lago.

Inspirados en los edificios agrícolas de la zona, cada edificio está rodeado por paredes de tierra apisonada independientes, cuadradas o en forma de C, rellenas de metal y madera. En su centro, se intercalaron vegetación desértica baja, como cactus y olivos, entre bancos de piedra que también funcionan como muros de contención para los terrenos.

Los visitantes ingresan al edificio principal de la bodega por un estrecho espacio entre las pesadas paredes de piedra. Desde allí, un patio abierto conduce a un volumen que contiene las instalaciones de producción por un lado, mientras que una sala de cata y asientos al aire libre se encuentran en el otro. Un techo de acero en forma de sierra cubre la longitud de las instalaciones, expuesto y sin cubrir por las paredes de piedra en su lado lejano.

«La nave está cubierta con láminas de acero corrugado en forma de sierra que toman luz desde el norte a través de una fachada de puerta-ventana de acero», dijo el estudio. Ambas áreas están frontalmente con voladizos con lamas que cubren puertas de vidrio a lo largo de cada longitud.

La sala de cata está revestida con un suelo, barra y techo de tablones de madera rugosos, y conduce directamente a un patio suspendido sobre el lago. «El espacio interior está cubierto con un suelo y un techo de traviesas de tren en busca de calidez,» dijo el estudio. «Y en él, solo cuatro elementos: un armario fijo a la pared, un par de mesas de mostrador y un cilindro de acero que a través de una abertura posterior conduce a una escalera de caracol que te lleva a la bodega,» continuó. La escalera de la sala de cata conduce a una bodega subterránea, que contiene un amplio espacio de cata subterráneo. «Una vez abajo, un camino en forma de serpiente te permite dejar atrás la luz natural y dramatizar la sorpresa al llegar,» dijo el estudio. El espacio del sótano está soportado por columnas a lo largo de su longitud y respaldado por una pared de acero y paredes de tierra a cada lado. Un techo de listones recorre su totalidad, interrumpido por cilindros de iluminación cubiertos de acero. Estas luces se colocaron sobre una larga mesa de madera frente a filas de barricas de vino que se colocan sobre rieles de madera entre un suelo de grava. Las mismas tablas de suelo áspero crean una pequeña plataforma.

«Un armario lleno de botellas, rocas humedecidas por gotas de agua, una encimera y barriles de vino en el suelo completan el espacio buscando la atmósfera ideal tanto para la maduración del vino como para su disfrute,» dijo el estudio. En otros lugares, el mismo acceso estrecho se refleja en las paredes de tierra del edificio de baños y el eventual restaurante. Un patio abierto en el edificio de baños conduce a cada baño, que está equipado con un largo lavabo de acero suspendido y cabinas con puertas de madera. Paredes de piedra natural y un techo de metal completan el espacio.