Casa Pakaal es una vieja residencia que se remonta a los inicios del siglo XX, situada en una de las vías más destacadas de la ciudad de Mérida, en uno de sus barrios más históricos.

Al ingresar a la residencia de 350 metros cuadrados, nos da la bienvenida una sala de estar ubicada en la primera sección, con techos de 5 metros de altura y vigas y viguetillas de madera originales. En esta sala, destaca un cuadro de Pedro Friedeberg. El diseño del suelo fue especialmente concebido para esta casa. Esta parte del proyecto fue la única completamente restaurada, mientras que en las áreas siguientes se llevó a cabo una intervención de estilo más contemporáneo.

En la segunda sección de la casa, se localiza el espacio destinado a los servicios, bajo techo, mientras que en el área descubierta se encuentra un estanque con piedras flotantes que reflejan su entorno. Este estanque ocupa el lugar que antes solía albergar una estructura con tejas francesas, y como recordatorio, un antiguo muro permanece en pie, testigo de tiempos pasados.

Los muros internos de la cocina mantienen sus acabados originales, lo que representa un vínculo tangible con el transcurso del tiempo, acentuando así el contraste con el moderno diseño de la cocina equipada y el suelo de pasta.

El mismo enfoque estético y estructural utilizado en la cocina también se aplica en esta parte de la residencia, manteniendo intactos los antiguos muros de piedra y complementándolos con pisos de piedra en tonos neutros. Este espacio sirve como una cocina y comedor al aire libre, creando un lugar perfecto para la interacción social mientras se disfruta de la vista hacia la piscina de chukum. Un elegante deck de madera de tzalam flota sobre el agua, y la fronda de un típico árbol de naranja agria o Pak`áal en maya proyecta un hermoso juego de luces y sombras en este entorno encantador.

La zona privada de la residencia, localizada en la parte trasera, se diseñó con el objetivo de preservar la vegetación existente. Por lo tanto, las cinco habitaciones se distribuyeron alrededor de los árboles que se encontraban en el terreno. La estructura de esta área es más sencilla y minimalista, compuesta de cubos extruidos con diversas texturas. La zona de visitas es la única que tiene dos niveles, y los cubos están revestidos con cristal y chukum. En el centro de esta área, una escalinata actúa como eje rector y dirige las vistas hacia el jardín trasero.

Casa Pakaal busca armonizar el pasado y el presente, logrando un equilibrio entre el entorno natural y la estructura construida. La fusión de materiales tradicionales y contemporáneos refleja su compromiso de honrar la historia, la naturaleza y el contexto en el que se encuentra. Con esta filosofía, se crea una variedad de ambientes y atmósferas únicas para el disfrute en cada uno de sus espacios.

Fuente: www.archdaily.mx